
Ocurre a menudo que algunos profesionales atienden en su domicilio. Un lugar distinto, una atención distinta, siempre están como más relajados, sin apuros, hasta hacen una pausita para tomarse algún cafesito entre paciente y paciente, o la escuza perfecta, cuando llega el visitador médico, hasta se fuman un puchito y llaman a algún amigo. Uno ruega que no hayan muchos esperando afuera, para que cuando uno salga y se vaya, no se escuche ese Buuuuu que suelen exclamar los pacientes ansiosos. Aquí en Madariaga , año 89'
No hay comentarios:
Publicar un comentario